sábado, 30 de junio de 2018

EL ABOGADO (Paul Madriani 05) de Steve Martini - Aceptable, para pasar el rato - Valoración 7/10

Nº de páginas: 360 págs.
Editorial: PLANETA (2002)

Otra relectura de una novela que apenas recordaba, para enriquecer la etiqueta Thriller Judicial de este blog, como vengo haciendo con algunas de Scott Turow.
La quinta novela de la serie Paul Madriani no alcanza el buen nivel de la primera, la muy absorbente “Prueba final”. La trama es enrevesada y previsible; el juicio, muy estereotipado, no tiene nervio; la acusación, muy forzada con pruebas que, desde el principio, huelen a preparadas. Ni el fiscal Ruben Ryan, ni el defensor Paul Madriani, brillan en sus actuaciones. La debilidad de la trama explica, quizá, que la resolución final a base de persecuciones y tiros en México parezca excesiva; como clausurar un aburrido día de picnic con un improvisado, pero apabullante, espectáculo de fuegos artificiales. Eso no impide que la novela resulte entretenida gracias al buen oficio de Steve Martini que, no obstante, debe pagar el precio en calidad, del empeño en publicar una novela al año desde el gran éxito de “Prueba final”. Aceptable…, para pasar el rato.

Sinopsis

“Cansado de los métodos corruptos de la gran ciudad, Paul Madriani decide mudarse a San Diego y montar un bufete de abogados junto a su amigo Harry. Uno de sus primeros clientes es Jonah Hale, un anciano que se encuentra en un grave aprieto ahora que su única hija Jessica ha salido de la cárcel: Jonah y su esposa se han encargado de la educación de Amanda , su nieta de ocho años, debido a la drogadicción de la madre de la niña, pero a raíz del importante premio que ha ganado el matrimonio en la lotería, Jessica decide secuestrar a la pequeña y pedir a su padre una gran suma de dinero si desea recuperarla. Jonah, que tiene la custodia legal, se niega, por lo que Jessica recurre a los servicios de Zolanda, una activista radical de los derechos de la mujer, que acusa a Jonah de haber abusado sexualmente de Amanda. El caso se complicará con un asesinato del cual Jonah será el principal sospechoso.”
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domingo, 24 de junio de 2018

PRESUNTO INOCENTE de Scott Turow - La madre del thriller judicial moderno - Valoración 9/10

Título Original: Presumed innocent
Traductor: Murillo, Eduardo G.
Páginas: 528
©1987, Turow, Scott
©2006, Debolsillo

“Presunto inocente” es la obra seminal, el modelo, quizá aun no superado, del Thriller Judicial moderno; la amalgama perfecta de historia potente, trama bien construida, personajes bien desarrollados, -complejos y con múltiples capas-, y un estilo digno y depurado. En esta novela, Scott Turow sobresale como un maestro del suspense y el “red herring”, las falsas pistas o maniobras de distracción. Se trata de embobar al lector con un relato de pasiones, sospechas y traiciones, desgranadas en una trama judicial perfecta que, al final, se revela como una inmensa cortina de humo.

El Fiscal General Raymond Horgan está en plena campaña electoral para renovar su mandato en el condado de Kindle. Su rival es Nico Della Guardia, antiguo fiscal ayudante de su oficina. En el frenesí de la campaña una noticia sacude a todo Kindle: la atractiva y ambiciosa Carolyn Polhemus, otra de las ayudantes del fiscal, aparece violada y muerta en su apartamento. Raymond encarga la investigación a Rusty Sabich, su segundo de a bordo y Jefe de Ayudantes que iniciará las pesquisas con su amigo el policía Dan Lipranze. Horgan pierde las elecciones y dimite junto con Rusty. En cuanto Della Guardia y su nuevo segundo Tommy Molto toman posesión, presentan la acusación por violación y asesinato contra Rusty Sabich. El juez Larren Lyttle, amigo de Horgan y azote de fiscales, preside el juicio, y el astuto y discreto Sandy Stern (que será el protagonista de “El peso de la prueba”, segunda novela de la serie), se hace cargo de la defensa.
Rusky había mantenido con Carolyn, durante meses, una tórrida relación sentimental que aquél, entre llantos, había confesado a su mujer, Barbara, el día que la fiscal decidió romper con él. Barbara no había pedido el divorcio, pero su matrimonio quedó devastado por la sombra de Carolyn. Durante el juicio, el defensor Stern intentará por todos los medios que el afair de Rusky con Carolyn no salga a la luz.
Las pruebas son circunstanciales, los testimonios frágiles y el informe forense torpe y contradictorio. La prueba de mayor peso (un vaso con las huellas dactilares de Rusky), desaparece durante el juicio. Viejas rivalidades, envidias y corruptelas van saliendo a la superficie y todo indica que estamos ante un caso forzado por los deseos de revancha de los fiscales Nico y Molto. Al mismo tiempo, la figura de Carolyn se va perfilando como una mujer ambiciosa que no dudaba en utilizar el sexo para medrar en su profesión. Rusky se da cuenta que no fue el único en disfrutar de sus favores, sin que eso impida que siga obsesionado por una pasión volcánica y descontrolada.

A pesar de mi resistencia a la relectura, he vuelto a leerla después de 25 años. Y no me arrepiento, para nada. La he disfrutado a lo grande y, en cuanto estén a mi alcance, seguiré con los del resto de la saga (1) que me faltan. Uno de los puntos fuertes de Turow es el desarrollo de los personajes, de manera que, a los más interesantes, les concede el papel protagonista en otra novela. Así, en “El peso de la prueba” conocemos mejor a Sandy Stern, el defensor de Rusky en “Presunto inocente”; la fiscal Sonia Klonsky, que acusa a Stern en “El peso de la prueba”, protagoniza “Las leyes de nuestros padres”; George Mason es el narrador de “Demanda infalible” y protagoniza “Punto débil” … Y otros personajes tienen papeles relevantes, - o simplemente asoman -, en otras novelas, conformando una apasionante red de trayectorias vitales, conflictos personales y tramas judiciales. Algunos títulos llevan años sin reeditarse, pero se pueden conseguir fácilmente por internet. Sumergirse de cabeza en la estupenda saga de Kindle es un buen plan de lectura para vacaciones. 

NOTA
(1)    Serie El condado de Kindle:
1987 Presunto inocente                             
1990 El peso de la prueba          
1990 Presunto culpable
1996 Las leyes de nuestros padres                                                         
1999 Demanda infalible                              
2002 Errores reversibles                             
2006 Punto débil                             -

2010 Inocente
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lunes, 18 de junio de 2018

PUNTO DÉBIL de Scott Turow Paralelismos con el caso de "La manada" - Valoración 8/10

Título Original: Limitations
Traductor: Andrés Lleó, Ana
Páginas: 168
©2006, Turow, Scott
©2008, Mondadori

El juez George Mason, presidente del Tribunal de Apelaciones, tiene que decidir sobre un caso de violación múltiple y duda sobre si aplicar la ley de prescripción. Cuarenta años antes, cuando era estudiante, el mismo participó en una agresión sexual parecida y cree que se puede pasar página y encarrilar la vida.
El video de la violación aparece cuatro años después de los hechos, momento en que la víctima, - en estado ebrio cuando la violaron -, es consciente del daño recibido y hace la denuncia. Salvadas las distancias, la comparación con el reciente caso de “La manada” es inevitable y los motivos de reflexión, leída la sentencia final, perduraran en la mente del lector.

A diferencia de “El peso de la prueba”, en que Turow hace un despliegue impresionante de historias y personajes, “Punto débil” es una novela compacta y breve, casi de tesis, donde plantea dilemas jurídicos y morales: ¿un juez puede juzgar a otros por un delito parecido al que el mismo cometió? El vídeo que contiene la violación grabada, ¿es admisible? ¿Debe prescribir un delito cuando los autores parecen rehabilitados? ¿Es posible la rehabilitación sin castigo?


El impulso, la fuerza narrativa y el suspense de esta historia, son inferiores a los de las otras dos novelas de la trilogía. La subtrama de las amenazas que recibe el juez por internet es irrelevante. Se nota que Turow no estaba en condiciones de vaciarse, de darlo todo con una gran obra. Le interesaba plantear un dilema moral y es lo que hace, con dignidad y competencia literaria.
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sábado, 16 de junio de 2018

EL PESO DE LA PRUEBA de Scott Turow - Mucho más que un buen thriller judicial. - Valoración 9/10

Título Original: The burden of proof
Páginas: 455
Traductor: Gardini, Carlos
©1990, Turow, Scott
©1991, Círculo de Lectores, S.A.

Alejandro (Sandy) Stern fue el abogado defensor de Rusty Sabich en “Presunto inocente”. Ahora, en la segunda novela de la trilogía del imaginario Condado de Kindle, tiene 56 años y debe enfrentarse a un drama personal, - el suicidio de su mujer, Clara-, y la defensa ante un Gran Jurado de su cuñado Dixon, sospechoso de una estafa corporativa. El caso Dixon presenta extrañas ramificaciones que implican a su yerno John y a sus hijos Peter y Kate. Marta, la otra hija de Stern, también abogada, lo ayuda cuando éste es obligado a declarar ante el Gran Jurado bajo la amenaza de cárcel por desacato. Cuando Stern descubre que Clara, una mujer reservada y depresiva, estaba en tratamiento de herpes genital, toda su ordenada vida de ciudadano digno y responsable de clase media se desploma. ¿Qué empujó a Clara al suicidio? ¿Le había sido infiel? ¿Qué relaciona el suicidio de Clara con el caso Maison Dixon, en el que, gradualmente, va apareciendo implicada toda la familia Stern?

Después de 30 años dedicados a los tribunales, Stern es consciente de sus limitaciones: fue incapaz de notar el sufrimiento de Clara y de relacionarse con sus hijos que, con Peter a la cabeza, manejaban a sus espaldas los asuntos familiares. Ahora deberá hacer frente a las incógnitas del pasado y las graves amenazas del presente.

Aun sin el suspense judicial, “El peso de la prueba” seguiría siendo una gran novela. Turow se mueve en el denso espacio de las frustraciones personales, la complejidad de las redes familiares, la desesperación emocional y el frenesí sexual de la clase media de los suburbios americanos. Y lo hace casi tan bien como Richard Yates, John Cheever o John Updike; con gran sensibilidad por sus personajes. Todos, principales y secundarios, muy bien desarrollados y construidos sobre buenas historias, merecen la comprensión de Stern: el doctor Nate Cawley y su esposa Fiona, metidos en un penoso divorcio; Helen, su vecina divorciada necesitada de sexo; su hermana Silvia, casada con “el tiburón” Dixon “la bragueta más rápida del Oeste”; su hija Marta, abogada hiperactiva que “parecía vivir su vida como una máquina. Si la enchufabas en cualquier parte, funcionaba a plena potencia.” O el teniente Nogalski del que recibe gran ayuda en pago a un favor que Stern ni siquiera recordaba. Sus relaciones con Sonia Klonsky, la ayudante del fiscal federal Sennett, con una mastectomía y embarazada, son sutiles y estremecedoras. La fragilidad de la vida humana, buenas intenciones que se convierten en errores, los actos compulsivos y sus consecuencias, la incomunicación de las parejas que comparten toda una vida… Esos son algunos de los temas de fondo de la estupenda novela de Turow.
Mucho más que un buen thriller judicial. Ahora a leer “Punto débil”, la tercera novela de la trilogía del condado de Kindle, y, quizá, releer la primera, “Presunto inocente”, de la que recuerdo más la película que la novela. En realidad, habría que leer a Turow entero. 
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miércoles, 13 de junio de 2018

PRUEBA FINAL (Série Paul Madriani 01) de Steve Martini - Entretenida, informativa y muy absorbente. - Valoración 8,5/10

Título original: Compelling evidence
Steve Martini, 1992
Páginas:386
Traducción: Dora Garde
Ediciones B (1993)

Confesión: Nunca he conseguido terminar una novela de John Grisham. Muchos rodeos y personajes simples, casi caricaturas. Para algunos su mejor novela es “El socio” y he intentado leerla, pero no puedo con su estilo ramplón y descaradamente comercial.
Aclaración: Me gustan las buenas novelas del género thriller judicial y lo he pasado en grande con “El inocente” de Michael Connolly, “Defender a Jacob” de William Landay o, anteriormente con las novelas de Scott Turow.

El abogado Paul Madriani es contratado por Tony Skarpellos para defender a Talia Porter acusada de asesinar a su marido Ben Porter cuando éste iba a ser propuesto para miembro del Tribunal Supremo. Ben y Tony eran los socios principales de un importante bufete legal corporativo de California. Madriani, separado de su esposa Nikki, había mantenido una relación con Talia que, si se revelara en el juicio, podría complicar las cosas. Skarpellos contrata a Madriani como segundo de Gibert Cheetam, un abogado mediático y fanfarrón que abandona el caso tras llevar una defensa desastrosa en la vista preliminar. A partir de ese momento, Madriani será el abogado principal, ayudado por su amigo Harry Hinds, un astuto pero modesto abogado criminalista.
La primera escena de la novela es una buena descripción de la ejecución de un condenado a pena de muerte en la cámara de gas, para que nos hagamos una idea de lo que le espera a Talia si es declarada culpable de asesinato. Prácticamente, el resto de la novela es un relato detallado de la vista preliminar y el juicio oral. ¿Cómo es posible que más de 300 páginas de juicio puedan ser tan absorbentes? Martini lo consigue combinando información sobre los mecanismos procesales e inoculando elementos de suspense en cada fase del juicio. Nada es superfluo, nada de paja ni historias personales de relleno. Hay que estar atentos a todos los subrelatos: el caso de Susan Hawley, la prostituta de lujo que defendía Madriani y el del fideicomiso de la hija de su amigo el forense George Cooper, muerta en un extraño accidente de tráfico. La sospecha más fundada puede ser un señuelo y al final nos espera un giro espectacular.

En el sistema procesal anglosajón (common law), el juez se limita a ser el árbitro y asesor del jurado y el peso del juicio recae en la acusación y la defensa. Cualquier abogado puede leer con provecho “Prueba Final” como clase práctica de estrategia jurídica. La escenificación de las fases del proceso es minuciosa: vista preliminar, juicio oral, selección del jurado, técnicas de interrogatorio de testigos y su neutralización si son adversos.
He aquí, a modo de ejemplo, una cita sobre la selección del jurado:
En el mejor de los casos, incluso con los métodos y enfoques más científicos, la selección de un jurado, en un sistema como el nuestro, no deja de ser una mierda en toda su multitud de variaciones al azar. He leído y estudiado cada método, desde los más caros, que dan todo tipo de asesoramiento en falsos testimonios, con sus teorías del lenguaje corporal y el paralenguaje, hasta los «gurús» corporativos que repiten las tonterías sin sentido, que algún infeliz, con ínfulas de psicólogo, derrama en sus oídos.
Al final, la aprobación de un miembro del jurado se basa en una simple corazonada.”


El lenguaje de Martini es eficaz, competente, con toques de humor y pocas florituras literarias. La caracterización de personajes es la justa para dar sentido a la trama, de manera que, si no llegas a empatizar ellos, tampoco te aburres con la farragosa vida cotidiana del tipo “llevaba los niños al colegio” y cosas así. El suspense y los giros provienen del hábil manejo de los interrogatorios y las maniobras procesales. La información (mucha y buena) nunca relaja la tensión narrativa. Es una novela entretenida, informativa y muy absorbente.
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martes, 12 de junio de 2018

EL CASO COLLINI de Ferdinand von Schirach - Literariamente sobrio y moralmente espeluznante. Valoración 10/10

Nº de páginas: 160 págs.
Año publicación 2013
Editorial: SALAMANDRA

Caspar Leinen, joven abogado defensor de oficio, acepta el caso del asesinato del anciano industrial Hayer Meyer a manos de Fabrizio Collini quien, haciéndose pasar por periodista, lo asesina con ensañamiento en la suite de un lujoso hotel. Collini se entrega a la policía y se niega a revelar el móvil de su crimen.
Al principio parece un simple caso de venganza complicado por la relación personal de Leinen con la familia Mayer. Cuando se descubre que Mayer había sido oficial de las SS en Italia durante la Segunda Guerra Mundial y había ordenado la ejecución de 20 partisanos, entre los que se encontraba el padre de Collini, como represalia a un atentado en que murieron dos alemanes, el caso adquiere una envergadura insospechada. El abogado de la acusación, contratado por las empresas Meyer, alega que el caso fue investigado y sobreseído por un fiscal alemán en 1968, pero la defensa explica que la denuncia fue interpuesta por Collini y se archivó por haber prescrito.

La novela se eleva a un nivel sobrecogedor al plantear el conflicto entre la moral y la justicia. Denuncia las artimañas jurídicas para eximir de responsabilidad a miles de inhumanos asesinos nazis. El caso del fiscal nazi Eduard Dreher es significativo: a pesar de su sádica participación en varios crímenes judiciales durante el Tercer Reich, en 1951 entró en el Ministerio de Justicia y luego pasó a ser subsecretario de Estado y director del Departamento de Derecho Penal. Desde allí coló en el parlamento la ley de Contravenciones al Orden que pasó inadvertida. “Parecía tan anodina que ni siquiera se debatió en el Parlamento. Ninguno de los diputados entendió lo que suponía. Nadie se dio cuenta de que cambiaría la historia.” De hecho, significó la prescripción de miles de delitos de asesinato anteriormente rebajados al delito de complicidad.”
Las justificaciones de crímenes contra la humanidad por “obediencia debida”, por el “espíritu de la época” o las leyes de prescripción quedan cuestionadas por la brutal exposición del caso Collini. ¿Cuántas veces se recurre a “leyes dormidas”, esas que permanecen ocultas en el Código Penal como el ADN basura que se duplica y duplica habiendo perdido su funcionalidad, hasta que alguien le echa mano para eximir de responsabilidad a un delincuente? Lo mismo sucede con el “espíritu de la época” que se refiere al clima intelectual y cultural de una era para justificar crímenes como la caza de brujas por la Inquisición. Podríamos apelar también al “espíritu local” para justificar el odio de un pueblo contra otro pueblo vecino.

La novela plantea cuestiones como el derecho a represalia en tiempo de guerra. Es decir, si un ejército ocupante tiene derecho a fusilar civiles como castigo y disuasión a perpetrar actos de sabotaje. ¡Y lo más alucinante! Muchos tribunales lo consideraron legítimo y se discutía cuantos civiles se podían ejecutar por cada muerte de un soldado propio. Aquí recordé el magnífico libro de Michael Walzer “Guerras justas e injustas” (1) que debo releer.
Una novela corta, con un lenguaje seco, que sube el nivel a medida que enseña sus cartas hasta llegar a la excelencia. Literariamente sobrio y moralmente espeluznante.
NOTA
1.       Michael Walzer: “Guerras justas e injustas. Un razonamiento moral con ejemplos históricos” (Ediciones Paidos 2001). Rafael Grasa resume así su contenido en el prólogo:

“1) el ius ad bellum, que se ocupa de la justicia relativa al recurso a la guerra; 2) el ius in bello, que examina la justicia o injusticia de las conductas que se dan o pueden darse una vez iniciadas las hostilidades; y 3) el ius post bellum, que trata de la justicia o injusticia de los acuerdos y tratados de paz, de la terminación de la guerra y de la reconstrucción y rehabilitación posbélica, por emplear la terminología al uso en las últimas décadas. Resulta imposible resumir la riqueza de argumentos y de ilustraciones históricas que Walzer ofrece.”
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jueves, 7 de junio de 2018

MIEL PARA LOS OSOS de Anthony Burgess - El lenguaje es un estilete y el drama una bufonada.- Valoración 9/10

N.º de páginas: 276 págs.
Publicado en inglés en 1963
Editorial: DEBATE (1987)

A principios de los 60, Paul y Belinda viajan en barco a la Rusia soviética de Jrushchov, con la intención de vender clandestinamente unas docenas de vestidos de drilón y sacarse unas 1.000 libras de beneficio. Mientras Paul trata de colocar los vestidos en el mercado negro, Belinda, aquejada de un persistente sarpullido que le hace soltar un «¡Guauuu!» en medio de cada frase, es ingresada en el hospital donde será seducida por la doctora Sonia Lazurkina.
Leí esta divertida novela a finales de los 80 y la recordaba por la primera escena en la que Paul conoce a un enigmático personaje andrógino al que llama Tiresias (1), y al que se refiere como el ser, el ente, la criatura…, -cada vez que entra en escena- a causa de su ambigüedad sexual que, al final de la novela, se revela como doblez moral. De hecho, nunca se llega a conocer su sexo. De él dice Paul: “Tenía el rostro marcado y hendido, acaso por una vida agotadora de libertinajes metafísicos.

Es una sofisticada comedia de enredo en torno a dos ejes: el choque occidente capitalista vs. Rusia comunista y el embrollo de la identidad sexual inhibida. Si digo sofisticada es por el estilo eléctrico y mordaz de Burgess, no por la forma de disparatado vodevil en que se despliega la trama cuyas únicas leyes son la casualidad y la aparente incoherencia interna de las situaciones. Al finalizar el libro, no sabes cómo, se atan cabos, las incongruencias cobran sentido y el desbarajuste se compacta en unidad. Tampoco sabes cuándo, pero personajes que no eran más que bufones, se vuelven entrañables.
Leyendo a Burgess lo paso bien.
NOTA

(1)    Tiresias, personaje mitológico, sorprendió a dos serpientes apareándose, las separó matando con su bastón a la hembra y, a raíz de esto, se convirtió en mujer. Siete años más tarde, Tiresias volvió a ver a las mismas serpientes en las mismas circunstancias, volvió a golpearlas con su bastón para separarlas matando a la serpiente macho, y al hacerlo se convirtió nuevamente en varón. Esta experiencia única hizo que Zeus y Hera recurrieran a él como árbitro en una discusión sobre quién experimentaba más placer sexual, si los hombres o las mujeres. Cuando Tiresias afirmó que el hombre experimenta una décima parte del placer que la mujer, Hera, indignada por haber él revelado su secreto, lo castigó dejándolo ciego. Zeus, sin embargo, le otorgó el don de la profecía y una larga vida. (De la Wikipedia)
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martes, 5 de junio de 2018

EL ARTE DE LA FICCION de David Lodge - Ameno, divertido y estimulante - Valoración 9/10

Título Original: The art of fiction
Traductor: Freixas, Laura
©1992, Lodge, David
©1998, Ediciones Península
Nº de páginas: 320 págs.

Colección de artículos aparecidos semanalmente en “The independent” entre 1991 y 1992, ampliados y retocados para su aparición en forma de libro. A diferencia del libro “Los mecanismos de la ficción” de JamesWood anteriormente reseñado, muy interpretativo, esotérico y centrado en unos pocos aspectos, el de Lodge cubre una gama más amplia de mecanismos narrativos con un enfoque claro, descriptivo y pedagógico. Comparando los contenidos de ambos libros, uno piensa que deberían intercambiarse los títulos: el de Lodge habla del oficio, la mecánica y la artesanía de escribir ficción, acorde con la palabra “mecanismos”, mientras el de Wood, que se limita al análisis del estilo, encaja mejor con el título “El arte”.

Son 50 artículos encabezados por uno o varios textos que ilustran el tema a tratar, seguido del comentario certero y claro de Lodge, a menudo relacionado con su propia experiencia como escritor. El primer artículo se titula “El comienzo”; el último, “El final”. En medio habla de los géneros, los estilos, la retórica…, en fin, de casi todo. Es una lástima que limite su análisis a la novela anglosajona, pero, como él mismo reconoce, es el ámbito que mejor domina.
Recuerdo un brillante y entusiasta ensayo de Foster Wallace en que elogiaba una novela de David Markson. El ensayo era bueno, pero sus efectos no tanto. Wallace me convenció de que nunca leería esa novela. ¿Por qué? Quizá sea debido a los altos vuelos especulativos de ese tipo de crítica literaria: pone la obra analizada fuera del alcance del lector. Con Lodge sucede lo contrario. Como buen profesor de literatura, hace accesible lo complejo, y como buen escritor humorístico, hace ameno y divertido lo que podría resultar arduo y enmarañado. Es tan eficaz que puede conseguir el milagro de que leas a Joyce, Beckett o a la Woolf. ¿Qué más se puede pedir? Que los artículos de Lodge fueran más extensos. Son tan buenos que saben a poco.
He leído casi todas las novelas de David Lodge y las he disfrutado a lo grande. Es de la estirpe de los grandes humoristas británicos, los Anthony Burgess y Kingsley Amis que hacen pensar y te hacen reír. Echo en falta la traducción de sus memorias “Quite a Good Time to Be Born: A Memoir 1935-1975” ¿A que esperan?

En el párrafo final del prefacio Lodge aclara con precisión las intenciones y los límites de su libro:

El libro es aproximadamente un treinta por ciento más largo que la serie original. Pero no he intentado «cubrir» exhaustivamente ninguno de los temas. Casi todos ellos, a fin de cuentas, darían para libros enteros, muchos de los cuales ya existen. Este es un libro para gente que prefiere tomar la crítica literaria en pequeñas dosis, un libro para ojear y hojear, un libro que no intenta decir la última palabra en ninguno de los temas que aborda, pero que mejorará, espero, la comprensión y el disfrute de la ficción en prosa de los lectores, y les sugerirá nuevas posibilidades de lectura —o, quién sabe, incluso de escritura— en este género literario, el más variado y placentero de todos.”
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