miércoles, 24 de enero de 2018

INTERES PRIVADO Y ACCION PUBLICA de Albert O. Hirschsman - ideas originales, análisis penetrantes y propuestas valientes. -Valoración 8/10

Paginas: 149
Editorial: Fondo de Cultura Económica
Publicación: 1982 (1986)

Albert O. Hirschman (1915-2012) es uno de esos intelectuales de amplio espectro que desestabilizan ortodoxias y resquebrajan las firmes sendas académicas. Por eso no recibió el Premio Nobel de economía que muchos reclamaban para él. Sus críticas a Adam Smith me recuerdan a Farrington cuando arremete contra Platón. Sus libros “Voz, salida y lealtad” (1970) y “Las pasiones y el interés” (1977) se consideran un hito en la historia del pensamiento económico.

Después de leer su “Retóricas de la intransigencia” me quedé con ganas de más y me obsequio con “Interés privado y acción pública” (1982). El libro gira en torno al concepto de decepción y como afecta a las decisiones de consumo y a la participación política, observando paralelismos y diferencias e intentando una crítica de la teoría convencional del consumo, un mejor entendimiento de la acción colectiva y una nueva interpretación del sufragio universal.
Empieza por analizar la decepción ante los bienes durables, no durables y los servicios. Explica el tránsito del interés privado al público y el viaje de vuelta del público al privado. La entrega excesiva a lo público, la adicción (o la política como "el único juego que vale la pena") y la frustración que genera.
Es un libro repleto de agudas observaciones de psicología política:
Hay un interesante análisis del voto como sistema mayoritario de participación democrática que muestra las preferencias del electorado, pero nada dice de la intensidad con que las desean, a la vez que, ese voto, sirve de freno a otras muestras de insatisfacción más “expresivas”:
“(…) por una parte, es un elemento esencial de un marco institucional que provee una defensa contra un Estado excesivamente represivo; por la otra, actúa como una salvaguardia contra una ciudadanía excesivamente expresiva.”
El racionamiento o limitación de la participación al voto genera frustración en el electorado más entusiasta. Hirschman propone algunas maneras de medir la intensidad de las preferencias expresadas en el voto como ir a las urnas tres días sucesivos. Nótese que no es un enfoque de voto elitista sino para medir cuanto le interesa al ciudadano lo que vota.
O interpretar el apoyo pleno, entusiasta y unánime a El Líder como un método “ahorrador de tiempo” y de esfuerzo pensante. Él lo hará por nosotros.
O, por falta de imaginación colectiva, visualizar el cambio como la situación opuesta a la de partida a la que se llegará con la mayor rapidez; pero la causa pública requiere mucho más tiempo que el planeado y el cambio real es mucho más modesto que el previsto.
Echo en falta un tratamiento más amplio de la corrupción.

A Hirschman le interesa ensanchar horizontes con el enfoque interdisciplinar. Ve la economía a través de la psicología social y la historia cultural; no se conforma con el modelo clásico. Quiere comprender el mundo para proponer soluciones que lo cambien.

Un libro repleto de ideas originales, análisis penetrantes y propuestas valientes. El asunto tiene que ver con la teoría sociológica de la acción (Max Weber y sucesores), los valores y preferencias; otro tema interesante que tendrá que esperar.
¿Has leido el libro o te gustaria leerlo?. Haz tu comentario. Has llegit el llibre o t'agradaria llegir-lo ?. Fes el teu comentari.

No hay comentarios:

Publicar un comentario