Título original: Bonita Avenue
Traducción del holandés: Julio Grande
© Peter Buwalda, 2010
Ediciones Salamandra, 2019
Páginas: 496
Comentario.
Siem Sigerius es rector de una universidad holandesa,
matemático brillante y antiguo campeón de judo. Cuando descubre que Joni
Sigerius, su hijastra preferida de su segundo matrimonio, una belleza
inteligente y brillante, se expone desnuda en una web porno, su mundo edificado
con esfuerzo y tesón se desmorona. Por si fuera poco, sale de la cárcel Wilbert,
su hijo del primer matrimonio, un delincuente violento y peligroso que quiere
chantajearlo.
Trama abigarrada por decenas de historias entrelazadas que
se cortan en el instante preciso para dejar al lector en suspenso. Los saltos
de lugar, de narrador y de tiempo se corresponden con la teoría de los nudos,
la especialidad matemática de Sigerius, que funciona como una analogía de la
estructura narrativa: el anterior esquema argumental sería la “curva simple”; las
decenas de sub-historias anudadas forman los “diversos espacios topológicos ambiente”;
los flashbacks y puntos de vista alternativos se cruzan como en el nudo dejando
tapadas pequeñas secciones entre el tramo superior y el inferior (los encajes o
embebimientos) que constituyen información clave oculta al lector, solo
desvelada en el momento que produce mayor impacto. Esta arquitectura narrativa de
nudo es un logro original y brillante de Peter Buwalda; pero no sería
suficiente si el caudaloso torbellino de historias que abarrotan el relato no
fueran siempre singulares y sorprendentes. Lo son. No te quepa duda. Añádele un
estilo agudo y fluido, una tensión psicológica constante y dos o tres escenas
de un hiperrealismo escalofriante, y tendrás una novela muy entretenida y a
ratos deslumbrante. Un pero: Aaron, el exnovio de Joni cuyo descenso a la
locura resulta confuso.
Bonita Avenue es la primera novela de Peter Buwalda y te
deja con la sensación de que ha vaciado el armario en ella. Han pasado nueve
años y aún no ha llegado la segunda. Habrá que estar pendiente.
Otro autor holandés interesante que añadir a Herman Koch,
hasta ahora muy solitario en este blog.
Sinopsis editorial.
Calificada como «magistral» por el semanario Die Zeit,
galardonada con los premios Academica, Selexyz, Tzum y Anton Wachter en los
Países Bajos y traducida a más de una decena de idiomas, esta narración
envolvente e inmisericorde se ha convertido en una novela de culto de la
literatura actual. Tanto por la atenazante morosidad de la trama como por su
ambicioso despliegue de recursos, Bonita Avenue ha situado a su autor entre las
voces más relevantes del momento.
A finales de los noventa, Siem Sigerius es uno de los
personajes públicos más notorios y extravagantes de su país. Antiguo campeón de
judo, genio matemático de renombre internacional, amante del jazz y rector de
una universidad emergente de provincias, su nombre suena como favorito para
ocupar la cartera de ministro de Educación; y a su acogedor domicilio conyugal,
una granja cercana al campus, acuden todo tipo de curiosas personalidades. En
este contexto tan favorable, la irrupción de Aaron, un joven fotógrafo con
ansias de éxito que ha tenido la osadía de enamorarse de Joni, la hija mayor de
Sigerius, desencadena una crisis devastadora en el seno de esta familia
aparentemente modélica. La vida desenfrenada de Joni y Aaron, gracias a una
fortuna obtenida de modo instantáneo, y la reaparición de un hijo de un
matrimonio anterior que se ha pasado una buena temporada en la cárcel,
provocarán la turbulenta desintegración de Siem Sigerius y su entorno. Y como
contrapunto de la malsana espiral de pulsiones soterradas que anidan en el
núcleo familiar, surge el recuerdo de los años idílicos vividos en la casa de
Bonita Avenue, en Berkeley, cuando Sigerius era un apasionado profesor novel,
cargado de proyectos e impulsado por unas inconmensurables ganas de vivir.
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