Traductor Juan Manuel Vial
Páginas 178
Idioma Español
Publicación 1937 (2010)
Editorial Universidad Diego Portales
Leo éste pequeño ensayo literario porque “El buen soldado”
me impresionó. Por el contrario, “Amistades literarias” me ha decepcionado. Es
un panegírico dedicado a Turguenev, Henry James, Joseph Conrad y William Henry
Hudson, a quienes conoció y trató. Una vindicación de su abuelo el pintor
prerrafaelita Ford Madox Brown y el ambiente bohemio de su casa en la que
acogía, entre otros, a un Swinburne en estado ebrio. Deja claro que detesta y
aborrece a Oscar Wilde, de quien dice que pecaba por puro esnobismo; admira,
por su calidad literaria a Turguenev, H. James y Conrad, por su calidad humana
a Stephen Crane y por su sencillez, generosidad y perfecta prosa a Hudson.
Trató más a James y Conrad, sobre los que revela algunos
detalles de interés. Presenta a un H. James (con el que nunca habló de libros),
puritano, pedante, obsesionado por cuestiones domésticas y de protocolo, abstraído
y ajeno al mundo terrenal. Explica la exagerada complejidad de su estilo por su
perfeccionismo y la costumbre de dictar sus novelas a una secretaria. James detestaba
a Flaubert por su vulgaridad (una vez lo había recibido en bata), y adoraba a
Maupassant por su elegancia.
A Conrad, lo vemos angustiado por sus dificultades con el
idioma inglés y atribulado por sus apuros económicos, que ponían en riesgo el
bienestar de su familia.
El interés de la obra está en los pequeños detalles. El
estilo de F.M.F. es poético, a veces pedante y muy relamido. Mejor cuando se
limita a describir. Él mismo lo declara:
“…la
sencillez me aburre. Yo quiero escribir cadencias largas y complicadas…».
Y aquí un ejemplo: “La indignación tomó absoluta posesión de mi ser.” Pedante. ¿No? Un
7.
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