Título original Geachte Heer M.
Traductor Maria Rosich
Páginas 416
Idioma Español
Publicación 2014 (2016)
Editorial Salamandra
El veterano escritor M. había publicado una novela de gran
éxito que fue llevada al cine. Se titulaba “Ajuste de cuentas” y estaba basada
en un hecho real que había atraído la atención de los medios. El profesor de
historia Jan Landzaat acude a la casa de campo donde Laura y Herman, dos de sus
estudiantes, están pasando unas vacaciones. Laura, de 17 años, había roto un affaire
con el profesor Jan que, obsesionado con la chica, quiere recuperarla. El
profesor desaparece, la policía investiga a Herman y Laura, pero no los puede
acusar por falta de pruebas.
La novela empieza con las cartas de un autor anónimo, vecino
del escritor M., donde le amonesta, recrimina sus errores, le discute sus
técnicas literarias y acecha a su joven mujer Ana
y a su hija. Todo respira un aire amenazante. La historia retrocede 40 años. El
escenario es el instituto donde estudian Herman, Laura y Jan Landzaad es el
profesor de historia con fama de conquistador de atractivas alumnas. Hablan
Herman, Laura, y otros amigos de su círculo poniendo de relieve la personalidad
dominante, manipuladora y cruel de Herman. Se levantan sospechas sobre la
muerte de sus padres y la extraña muerte en cadena de cuatro profesores. Cambios
constantes de voz y tiempos narrativos, nada artificiosos y bien sincronizados
para mantener el suspense.
¿Qué pasó con el profesor Jan Landzaat? ¿Lo mataron Herman y
Laura? ¿Cómo? ¿Por qué? Este es el tema central, pero Koch despliega a su alrededor otros contenidos que lo
enriquecen sin enturbiar la lectura: una punzante crítica del sector editorial
(escritores, editores, promociones, conferencias, ferias), con sus banalidades,
fariseísmos, envidias y rivalidades. La reflexión sobre la escritura y la
relación realidad-fantasía. El examen de la parte oscura de personas y parejas,
como tejen sus estrategias. Una cruda visión del mundo de la enseñanza que,
visto lo visto, no nos resulta ajena:
“—El gran error que
cometen los profesores como tú es que se creen de verdad que son distintos
—dije—. Que son más guays. Se gustan a sí mismos; un profe guay. Tú también te
crees un profe guay… Pero a nosotros todos los profesores nos parecen la misma
mierda. Preferimos a la gente auténtica, no nos gustan los falsos. Y tú eres un
falso de los pies a la cabeza, Landzaat, y todo el mundo te tiene calado. Todo
el mundo menos tú.”
La composición de la escena final es el largo tic-tac de la
bomba de relojería y cualquier conjetura que ha aventurado el lector, estalla
con un remate totalmente inesperado.
Herman Koch es de lo mejorcito de la novela europea actual. Intenso
y ameno, de lenguaje sencillo, pero frondoso en amplitud temática y estructura
narrativa. Trabaja con personajes oscuros, inquietantes y poco fiables, que
anticipan desagradables secretos y peligros, causando desasosiego en el lector.
Su crítica de las élites profesionales, políticas o culturales, es ácida y
pesimista. Pero se adivina un guiño cómplice al lector, como si dijera: “Ya
sabes, hay que pegar fuerte. De lo contrario ¿quién va a vender un puto libro?
P. D. He leído de este autor “La cena”, “Una casa con
piscina” y “Estimado Sr. M.”. Las
tres son muy buenas y recomiendo leerlas en este orden.
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