Título original A universe from nothing
Traductor Cecilia Belza y Gonzalo García
Páginas 251
Idioma Español
Publicación 2012 (2014)
Editorial Pasado y presente
Lo primero que me vino en mente, recién iniciada la lectura
de este libro, fue cuando el Sheldon Cooper de la serie The Big Ban Theory, no sé en que temporada, impotente y frustrado
por la falta de progreso en su investigación, abandona su trabajo con la Teoría de Cuerdas y, tras
largos titubeos, decide dedicarse a la Materia Oscura. A quien haya
seguido esta magnifica serie le resultarán familiares muchos de los conceptos que
desarrolla Krauss en esta obra. (Ahora estoy sonriendo al recordar otro capítulo
en que una amiga de Sheldon, especialista en Cosmología Cuántica, novísimo
campo de la Gravedad Cuántica,
pasa dos noches en el apartamento que comparten Leonard y Sheldon y acaba beneficiándose
a los tres frikis). Por cierto, todos los comentarios científicos de la serie tienen
una base real.
También recordé la respuesta del mítico Sidney Morgenbesser,
profesor de filosofía en la
Universidad de Columbia, a un estudiante que le pregunta:
- Profesor ¿Por qué
hay algo en lugar de nada?
Con cierta irritación,
Morgenbesser le contesta:
-¡Si no hubiera nada
también te quejarías!
Es la incomodidad que muestra Lawrence Krauss en el prólogo
del libro al afirmar que la ciencia se pregunta “cómo” ocurren las cosas, no
“por qué”.
Krauss es un físico de partículas y cosmólogo, Doctor en
Física Teórica por el Instituto Tecnológico de Massachussetts, con intereses en
el estudio de la interacción entre la física de partículas elementales y la
cosmología, el universo temprano, la naturaleza de la materia oscura,
relatividad general y la astrofísica de neutrinos. Además ha escrito varios
libros de divulgación e intervenido en debates sobre ciencia (se pueden
encontrar en Youtube), por lo que se le considera el Carl Sagan actual.
En este libro explica la evolución y el momento en que se
encuentran las teorías que intentan explicar el origen del universo. Es un
viaje apasionante que nos explica cómo surgen y se experimentan:
-
El universo inflacionario.
-
El problema del horizonte.
-
La teoría del universo plano.
-
La energía y materia oscura.
-
Las partículas virtuales.
-
La inflación eterna.
-
La teoría de cuerdas.
-
El multiverso.
-
La cosmología cuántica.
La hipótesis de “todo a partir de nada” está relacionada con
la nueva rama de la cosmología cuántica que estudia los efectos de la mecánica
cuántica en los primeros momentos del universo después del Big Ban.
Yo, durante la lectura del libro, he pasado por tres etapas:
Una primera en que el tema me parecía asequible y pensé que el libro podía ser
tan esclarecedor como el de Jerry A. Coyne sobre la teoría de la evolución.
Después me pierdo y me doy cuenta (por enésima vez) de que, con mi escasa
preparación, nunca llegaré a entender las complejidades de la física teórica. Y
una etapa final en que creo que he captado la idea, dentro de mis
posibilidades. Resulta de gran ayuda repasar conceptos en Internet. Nunca
dejaré de celebrar la gran cantidad de conocimientos que la red pone a nuestro
alcance.
No es un libro fácil para un neófito ya que trata de las últimas
tendencias de la astrofísica y no creo que haya manera humana de hacer
divulgación totalmente asequible en un campo tan teórico. El intento de Krauss
es bueno y la hipótesis final inquietante.
Richard Feynman dijo una vez:
“La gente me pregunta: « ¿Busca usted las leyes últimas de la física?». No, no las busco. Solo trato de descubrir más cosas sobre el mundo, y si resulta que existe una ley última y simple que lo explica todo, que así sea. Sería muy bonito descubrirla. Si resulta que es como una cebolla con millones de capas, y nos cansamos y aburrimos de estudiar las capas, es como es… Mi interés por la ciencia solo pretende descubrir más cosas sobre el mundo, y cuanto más descubra, mejor. Me gusta descubrir.”
Es la descripción más realista de los objetivos de la ciencia que he oído y es la que Krauss hace suya al final del libro.
“La gente me pregunta: « ¿Busca usted las leyes últimas de la física?». No, no las busco. Solo trato de descubrir más cosas sobre el mundo, y si resulta que existe una ley última y simple que lo explica todo, que así sea. Sería muy bonito descubrirla. Si resulta que es como una cebolla con millones de capas, y nos cansamos y aburrimos de estudiar las capas, es como es… Mi interés por la ciencia solo pretende descubrir más cosas sobre el mundo, y cuanto más descubra, mejor. Me gusta descubrir.”
Es la descripción más realista de los objetivos de la ciencia que he oído y es la que Krauss hace suya al final del libro.
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