En respuesta a la
pregunta ontológica de Heidegger
"¿Por qué hay algo en lugar de nada?" Morgenbesser contestó: "Si no hubiera nada ¡todavía te seguirías quejando!"
Siempre he sido un aficionado (discontinuo) a la filosofía.
Me crié con Russell, al que leí con fervor en mi juventud; me deslumbraba la
escuela de Frankfurt (Adorno, Marcuse), y ahora vuelvo, de cuando en cuando,
para ver que se cuece, hasta que me dan los mareos y el dolor de cabeza. El
último me sobrevino leyendo a Davidson
y lo decisivo que era desentrecomillar algo (no sé si ponerlo entre comillas).
Tanto como la filosofía me interesa el humor, por lo que
dedicaré algunas entradas a LA FILOSIFIA CON
HUMOR.
Empezaré por Sidney Morgenbesser que fue una figura
prominente en la
Universidad de Columbia durante la segunda mitad del siglo XX
y maestro de algunos de los más importantes filósofos contemporáneos. Sus
clases de epistemología y filosofía de la ciencia se llenaban de estudiantes
impacientes por disfrutar de su irreverencia cáustica y su lengua afilada.
Dejó un profunda huella, como maestro, en muchos filósofos;
pero poca obra escrita. Cuando un colega
le acusó de haber publicado muy poco para merecer una cátedra en Columbia
contesto:
“Moisés escribió un solo libro. Entonces ¿qué mérito tuvo?”
Cuando le preguntaron su opinión sobre la filosofía del
Pragmatismo, Morgenbesser contestó:
“Está muy bien en teoría, pero en la práctica no funciona”
Durante la protesta estudiantil de 1968, Morgenbesser se
unió a una cadena humana y fue golpeado por la policía. Cuando debatían sobre
el incidente en clase, un alumno le preguntó si creía que lo trataron injusta o
inequitativamente. El maestro respondió:
“Fue injusto, pero equitativo. Injusto que me golpearan en
la cabeza, pero equitativo porque también golpearon a todos los demás.”
Seguirán más entradas, hasta que me canse, ya que el tema da
para mucho.
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