Traductor Cristina Cerezo | Martin Lexell
Páginas 178
Idioma Español
Publicación 1965 (2009)
Editorial RBA Libros
Buena novela de procedimiento, es decir, centrada en las
fases y progreso de la investigación. Martin Beck, es un inspector reservado y
resuelto, muy entregado a su trabajo, con una hija de 12 años y un matrimonio
en descomposición. Su mujer dejó de trabajar al tener la hija y ha ido
evolucionando hacia una esposa-madre preocupada por la alimentación y los
resfriados de Beck. El estilo es claro, sobrio, enfocado a describir la acción.
Los personajes se perfilan por sus palabras, gestos y acciones, más que por sus
elucubraciones introspectivas.
Una pala de excavadora que limpiaba el fondo de un lago,
extrae casualmente el cadáver de una mujer desnuda. Por el estado del cuerpo
se sabe que fue asesinada hace pocos días. Se manda su foto y características a
la Interpol
y a los 3 meses llegan noticias del inspector Kafka desde los EE.UU. La víctima ha sido identificada
como Roseanna, una joven estadounidense, que trabajaba en una biblioteca de
Lincoln (Nebraska), de viaje turístico por Suecia. Una laboriosa investigación
de la que se nos dan a conocer las trascripciones literales de interrogatorios,
informes y exámenes detallados de fotografías y películas super-8 cedidas por
testigos, acaban en vagas fotografías del sospechoso. Identificarlo, montar un
complicado dispositivo de seguimiento (del que se nos dan todos los detalles),
tenderle una accidentada trampa y detenerlo, nos llevan a un forzado final. A
lo largo de todas las pesquisas, los datos fluyen de manera objetiva y hacen
que el lector se sienta implicado y partícipe en la investigación.
Maj Sjöwall y Per Wahlöö son los precursores de la novela
negra sueca y los referentes de los autores nórdicos más comprometidos con la
crítica política y social, y más empeñados en mostrar las fisuras de la
sociedad del bienestar. En esta línea destacan: Jan Arnald, Henning Mankell,
Mari Jungstedt, Kjell Eriksson, Kerstin Ekman, Håkan Nesser, Åke Edwardson,
Helene Tursten, Åsa Larsson, Göran Lundin, Liza Marklund, Leif GW Persson,
Camilla Läckberg, Majgull Axelsson, P. C. Jersild, Annika Bryn, Mons
Kallentoft, LiseLotte Divelli, Robert Karjel, Karin Alvtegen, Helene Tursten,
Pernille Rygg, Anne Holt, Karin Fossum, Hans Olav Lahlum, Gunnar Staalesen,
Jørn Lier Horst, Jussi Adler-Olsen, Michael Larsen, Leif Davidsen,
Peter Høeg, Leena Lehtolainen, Reijo Mäki, Matti Rönkä, Arnaldur Indriðason y Yrsa
Sigurðardóttir.
Stieg Larsson y Jo Nesbø, aunque comparten la denuncia del
poder político y económico corrupto, siguen una línea más espectacular, más
extrema, un modelo más americano.
Yo, en Roseanna (1.965), la primera novela de la serie
Martin Beck, no veo esa intención de denuncia social, que, supongo, aparecerá
en siguientes 9 novelas que componen la serie. Yo veo una buena novela de
procedimiento con influencias del objetivismo del “nouveau roman” francés (Nathalie Sarraute, Marguerite
Duras, Claude Simon, Michel Butor…). De hecho, en 1995, The Mystery Writers of
America le otorgó a “El policia que ríe” el segundo premio a la mejor novela
procedimental, detrás de “Dance Hall of the Dead” de Tony Hillerman.
Supongo que Sjöwall
y Wahlöö conocían al gran Ed McBain (seudónimo de Evan Hunter) y su serie Distrito
87 que empezó a publicar en 1.956, inaugurando la novela policial de
procedimiento, más realista, a pié de calle y con una amplia gama de registros
(humor, erotismo, impotencia ante la extensión del delito, corrupción
institucional…). Un buen ejercicio sería comparar las dos series. Roseanna me
ha gustado y seguiré leyendo a la pareja comunista sueca. Un 8.
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