domingo, 14 de febrero de 2016

BARTLEBY, EL ESCRIBIENTE de Herman Melville - Da mucho que hablar por lo que no dice - Valoración 8 sobre 10

Título original Bartleby the Scrivener: A story of Wall Street
Traductor Eulalia Piñero
Páginas 110
Idioma Español
Publicación 1853 (2007)
Editorial Espasa Libros, S.L.
 
Un abogado contrata un amanuense que primero se niega a hacer otro trabajo que copiar, después se niega a copiar y al final se niega a hacer cualquier cosa. Preferiría no hacerlo… es siempre su respuesta. Extraño relato de factura perfecta que muestra el desconcierto del buen hombre (el abogado) ante el amanuense que se auto reduce a cero. No se que significa.

Este relato es el perfecto ejemplo de mi máxima: “Cuanto menos dices, más se te interpreta”.

La lista de interpretaciones en larguísima y, cualquiera de ellas, tiene más extensión que el propio relato:

  • Que se inspiró en el Transcendentalismo de Ralph Waldo Emerson que defendía la soledad para identificarse con la naturaleza y aislarse de la contaminación social.
  • Como ejemplo de personaje deprimido.
  • Que expresa de la depresión de Melville.
  • Una rebelión de Bartleby contra el determinismo, una investigación sobre la ética, exploración sobre el aislamiento en la vida americana,
  • Precursor de la literatura del absurdo, de Franz Kafka, influencia sobre Albert Camus…

Todo esto me parece excesivo. No acabo de entender ese revisionismo crítico desproporcionado. ¿Y si sólo es una manera de ganarse el pan de ciertos intelectuales?. Mi receta es la contraria: “Si tienes algo nuevo que decir, dilo claro y bonito”. Hay mares de literatura analizando al escribiente; pero, ¿y el abogado que lo contrata?. ¿No merece algún análisis desde su mirada estupefacta?. Un 8.


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