Idioma Español
Publicación 2010
Editorial RBA Libros
El narrador es Cobos, en primera persona limitada. Como una
cámara, solo refleja (describe); no explica, no especula, apenas analiza o
reflexiona. Los diálogos, casi monosilábicos, contribuyen a formar un clima frío,
impersonal y fragmentado. La novela avanza a ciegas, desdibujada igual que los
personajes. La historia es poca cosa; todo se confía a la fuerza y efectismo de
la primera persona narradora. El estilo, sobrio y seco, recuerda a “No es país para viejos” (2005) de Cormac McCarthy. Un 7,5.
"Cobos, descendido de Madrid al paisaje ocre
de Puertollano, es un policía que regenta un garito ilegal donde juegan
quinquis, chulos y borrachos y, en teoría, se encarga de Lesiones y
Menores en la comisaría. Fardón y farolero, a Cobos le agrede en el
portal de su propio garito una rubia ceñida a un vestido rosa calabaza y
que no tiene el gusto de conocer, pero a quien comenzará a buscar como
una novia despechada. Tres días después, la Guardia Civil la saca de un
riachuelo cerca de Puertollano y Cobos se dará cuenta de que, por
presumir, ha repartido cartas de sospechoso en una partida que acabará
entre rejas o aún peor."
No hay comentarios:
Publicar un comentario